¿Entrañable homenaje a las supermamas, o sórdida critica a los clichés impuestos por la sociedad a través de los medios de comunicación? Arrojada queda la pregunta, con el fin de llevaros a la reflexión. La portada publicada en el DDT numero 303, por Peñarroya, cuenta con una gran carga emocional. El rostro agotado de la madre, la tiránica actitud de las gemelas, por no hablar de las gamberradas del hijo mayor, o los llantos hambrientos del benjamín de la familia, junto con un caos hogareño, resaltan en contradicción con el idílico mensaje que emite el transistor. Que este esperpentico cuadro familiar, nos haga reflexionar, y nos lleve no solo a compartir las tareas del hogar, junto a nuestras esposas o madres, sino a percatarnos de la silenciosa labor diaria que realizan en nuestros hogares y que apenas tiene reconocimiento. Alabemos sus dotes como madres y arrimemos el hombro, contribuyendo a que nuestros hogares funcionen mejor.
Sabes David?, me haz tocado el corazón con esta reflexiva entrada. Peñarroya lo supo plasmar muy bien... excelente.
ResponderEliminarUna gran realidad la que nos muestras, soy mamá y puedo dar fe, que es así... no te imaginas. Y como bien dices, nadie reconoce... triste decirlo, pero es así.
Aprecio mucho tu punto de vista... "arrimemos el hombro" y si hay más comunicación, sería otra la cosa.
Besitos y gracias por esta preciocidad de cómics.
Saludos desde Perú!