Tras una época de vacas no gordas, sino gordisimas, el despilfarro y el saqueo de las arcas publicas, floreció en este nuestro país. La amplia profusión de aeropuertos, en capitales de provincia de tamaño medio, proliferaron, cual setas tras un día de lluvia otoñal. Me viene a la memoria, despropósitos tales, como el aeropuerto de Ciudad Real, que iba en socorro del famoso complejo urbanístico el Reino de Don Quijote, casino, campo de golf y centro comercial, en mitad de la Mancha reseca y heladora. Un sencillo intento de recrear las Vegas, pero al estilo español. Desastre, tras desastre, sumamos y seguimos, con el impresionante Aeropuerto de Lerida, que se iba a convertir, en el mayor aeropuerto de Europa destinado al turismo de Alta Montaña. Nadie quiere hacerse cargo de su gestión, y prácticamente se ha convertido en un aeropuerto fantasma. Pero la cumbre del dislate megalomaniatico, y del dispendio mas bochornoso es el Aeropuerto de Castellon. Iniciativa del presidente de su diputación, que no se ha limitado únicamente a construir dicho aeropuerto, sin apenas previsión de su escaso éxito, sino que ha erigido el mismo una monstruosa estatua, para dar así rienda suelta al culto de la personalidad, al mas puro estilo del estalinismo de Corea del Norte. Estos sencillos ejemplos son parte de la gran explicación de porque España se encuentra en la situación tan calamitosa por la que se arrastra.
A colación de tan plumbeo comentario, quiero traeros, un divertido chiste, publicado por Conti, en El Campeon de la Historieta el 18 de abril de 1960, donde se hace un divertido comentario sobre Aeropuertos. Puede que el bueno de Conti, fuera profeta, y vaticinara lo que ocurriría años después. Disfrutar del chiste.
Conti, de una forma que no se imaginó, reflejó en el chiste lo que a mi parecer es el complejo de inferioridad supina que tienen los políticos españoles (además de una insaciable ansia de rapiñar dineros ajenos) y que les lleva a hacer estas barbaridades. No resulta sorprendente que tan pronto se dieran las condiciones para ello, el chiste terminara por ser profético.
ResponderEliminarYo diria que al complejo de inferioridad, le añadiria el de nuevo rico, que unidos son terribles
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